jueves, 24 de marzo de 2011

Delicate- Damien Rice

Suenan los primeros punteos de la guitarra de Damien y subo el volumen de mis cascos. De pronto una leve batería va ascendiendo por mi columna vertebral y hace que se me erize el vello. "We might kiss when we are alone, when nobody's watching" Y cierro los ojos y pienso que nada ha sonado nunca tan delicado y acertado. Se encienden los violines y casi noto como me respiran en la nuca. "It's not that we're scared It's just that it's delicate". Lo es. Tan delicado como el hilo que me ata a la sombra de sus pasos. Pero sí estoy asustada. Y todos los instrumentos suenan al unísono en este punto de la canción, y Damien rasga su voz y de pronto, desaparece. Silencio. Y solo puedo escuchar de nuevo su guitarra. "So why do you fill my sorrow with the words you've borrowed". Es alucinante. 

Pienso que como dice el autor de esta canción, podríamos arrancarnos la ropa a mitad de una frase, y quedarnos mirándonos a los ojos muy quietos, que se detuviera el tiempo, los mismos segundos que la canción se para. Y entonces todo ocurriría muy rápido, los violines comenzarían su baile acompasado 
"We might make love in some sacred place the look on your face is delicate" y con un sólo beso diríamos todo lo que hemos callado. Y entonces volverían a sonar los punteos de la guitarra, y la canción terminaría como habría empezado. Delicated.

lunes, 21 de marzo de 2011

El Aleph

El Aleph. La primera definición que el narrador nos ofrece es: "uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos”. Borges se encuentra con una esfera de dos o tres centímetros de diámetro donde todas las cosas suceden: Borges ha encontrado a El Aleph. Todo sucede al instante, todo el universo se refleja en El Aleph y El Aleph en todo el universo.

¿No es interesante como concepto? Un pequeño punto en el que todo se concentra, un contenedor mínimo para tan excesivo e interminable continente. Como si pudieras hacer un agujerito espacial y ver desde ese punto TODO lo que ocurre, y TODO el mundo te podría contemplar de la misma manera. Desde ocho millones de ojos te verían igual, bajo la misma perspectiva y el mismo prisma, no habría distinciones, serías inalcanzable para nuestra lógica, nada ni nadie podría imaginarte, y sin embargo ahí estarías condensado en una esfera de dos o tres centímetros de diámetro.