miércoles, 10 de febrero de 2010

Quién quiere tener suerte


Nunca he tenido suerte en la vida, la suerte es para los débiles y para los que tienen fe en el destino. Las grandes personas, esas que forjan un imperio desde una tienda de zapatos, nunca dejan nada en manos de la suerte, todo lo siembran y lo recogen ellos. Cuando algo no les ha salido bien, no se excusan diciendo: “Que mala suerte he tenido”, ellos dicen: “No lo hice bien, pero ahora sé como hacerlo”.

Si la suerte nunca me ha acompañado no es porque yo sea una de esas personas grandes de espíritu y de ambición, supongo que mi caso es una excepción. No he hecho nada por lo que debiera ser desgraciado, pero quizás tampoco he logrado nada por lo que no tuviera que serlo. Me emborracho y lloro cuando tengo depresión. Salgo todos las noches, y los domingos en vez de ir a misa me quedo durmiendo la resaca y fumando en la cama, todas las mañanas. 

A las únicas cosas que le soy fiel es a mi guitarra y a la marca del tabaco. Y a veces ya ni a eso. Paso más tiempo pensando en tu sonrisa que en como hacer yo para ser feliz.  Intento ser buena chica para poder ir al cielo, pero me he dado cuenta de que iré de cabeza al infierno, allí hay mejor ambiente, y a partir de la una es cuando se pone mejor.

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