jueves, 17 de diciembre de 2009

El mundo vuelve a girar

Pegó un portazo y tiró el paragüero al suelo. Nunca antes había estado sola en aquella casa, el tiempo pasaba lento en esa habitación. Escuchaba el sonido de una moto a través de la ventana y el ruido del estómago pidiendo clemencia. Estaba pegada al sofá, y el paragüero seguía en el suelo.
-"No lo moveré de sitio...por si vuelve".
Pero por la puerta solo pasaban cartas del banco y facturas que se colaban por la rendija del suelo.


Inmóvil y perturbada. Fría y atormentada figura ópaca sin brillo, sin luz ni color.
La piel del tono del cielo al llover, gris ajado.
Ni si quiera lloraba, hacía tanto frío en aquella habitación que las lágrimas se le cristalizaban en los lagrimales y se le clavaban haciéndole daño. Por eso sabía que estaba viva.


Cuando ella le conoció, el dejó a su mujer. Y ahora él le deja por otra.
El mundo vuelve a girar.

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