martes, 20 de abril de 2010

Al lado del pulmón derecho

Tengo un vacío al lado del pulmón derecho. Creo que antes ponía un nombre, y ahora en cambio dice "se alquila". Cuanto más vacío lo siento, más me pesa en el alma, maldita contradicción. También tengo otro vacío, más grande casi que el de al lado del pulmón, y es en mi cama. Siempre hay uno de los lados congelado sin que nadie lo caliente con su cuerpo. Y si extiendo la mano, vuelvo a tocar vacío.

Una cama para dos personas tiene que ser lo suficientemente grande para que quepa todo el odio en medio. Mi casa siempre fué demasiada pequeña, tu soñabas con chalets enormes con vistas a la playa y a un jardín, y un día te fuiste. Por donde habías venido.
Ahora veo pasar las tardes grises a través del alféizar de mi ventana en una primera planta sin luz, y sin vistas.

Y las gotas de lluvia que resbalan por el cristal, me recuerdan que sigo viva, que estoy respirando, y que nadie va a coger las riendas de mi vida por mí. Me sigue doliendo el vacío.

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