lunes, 5 de julio de 2010

Canciones sin alma

Me pone histérica intentar ponerme a escribir y que no me salga nada. Ver esa línea vertical tintineando en la caja de texto del blog esperando a que pulse la primera tecla, parece que me está diciendo, -Venga coño, escribe ya o acuéstate. Y nunca me acuesto, porque cuando quiero escribir algo para desahogarme, o porque puede que alguien lo lea y le guste, e incluso me deje algún comentario, siempre acabo narrando cosas, situaciones, pinceladas de momentos que son tristes, joder, son tristísimos. ¿Por qué es mucho más fácil sacar todo esa angustia que tenemos y plasmarla en un papel? En cambio...los momentos felices, parece que nos dan menos pie a escribir, y es una pena.

Sostengo la teoría de que esto se debe a que cuando somos felices, cuando nos brillan los ojos, tenemos tres millones de cosas mejor que hacer que ponernos a escribir cosas en un papel, con algún sentido o sin él. Entonces cuando llevo un tiempo sin pasar por este rinconcito me alegro de alguna manera. Hace mucho que no escribo ninguna canción, no sé si se debe a que soy demasiado exigente conmigo misma y nunca me terminan de llenar mis composiciones o es que como no quiero hablar de mí en ellas, las siento totalmente despersonalizadas. Como si fueran canciones sin alma. Pero es que hay cosas que aún siguen doliendo tanto, que son tan personales que por nada del mundo sería capaz de enseñárselas a alguien.

2 comentarios:

  1. En una de sus primeras entrevistas, le preguntaron a Quique González, por qué sus canciones siempre eran tristes y melancólicas.
    Él respondió con una frase que me marcó desde entonces:

    "...escribo para soltar lo malo, vomitarlo y poder seguir hacia delante. Cuando estoy feliz y contento, lo primero que pienso es en bajarme al barrio con mis colegas a tomar algo..."

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  2. Ay sí, qué rabia da querer escribir y no saber cómo empezar, porque luego las frases salen solas.
    Te sigo^^

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