martes, 26 de enero de 2010

Aprender, conseguir y lograr

Aprendí a ver bellas las noches más oscuras cuando más arreciaba la lluvia.
Conseguí mirar la línea del horizonte y dejar mi mente en blanco.
Logré quitarme la ropa y salir a la tormenta hasta calarme los huesos.
Estudié la manera de estar lo más ocupada posible haciendo cosas insustanciales para no pensar en nada.
Borré los surcos de tus manos en mi ropa y enfríe la parte que aún me ardía.
Calculé los días que me quedaban para escapar de toda esta locura.
Resté las ganas de verte a las ganas de olvidarte y me salió una cifra que me seguía delatando.
Me enseñaron a respirar profundamente llenándome el pecho de aire nuevo, que renovara mi vida.

Pero nunca aprendí a desprenderme de tu olor.
Ni conseguí rehacer las piezas del puzzle de mi vida, sin tí.
Tampoco logré deshacerme de tu sombra que se acostaba conmigo cuando me acostaba con otros.
No estudié a fondo la asignatura más importante. Vivir.
Jamás pude borrar mis vicios y cambiarlos por virtudes.
No supe calcular los efectos devastadores de mis actos.
Nunca resté lo que yo era, para quedarme en lo que tú querías que fuera.

Y es que en el fondo...nunca me enseñaron nada, o tal vez soy yo la que no quiso aprender.

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