viernes, 8 de enero de 2010

La escritora de mi vida soy yo

Intentaba ser quien no era para asemejarme un poquito a quien tu querías que fuese. Pero aún así, siempre acababa saliendo la parte de mí que menos te gustaba. Estas son mis marcas, estas son mis cicatrizes, por mucho que pretendas maquillarlas van a seguir ahí. Por mucho que frotes no las vas a disolver y no se van a evaporar como la gaseosa.

Cada una de esas marcas me recuerdan cada día lo que soy, en lo que me he convertido. Poco a poco he ido configurándolas sin yo quererlo, en mi rostro y en mis brazos. Mi cuerpo es el papel, mis actos son la tinta. Creo que si me despojara de ellas, me quedaría vacía, como un libro sin nada escrito dentro. 

No quieras cambiar un ápice en mí, porque a estas alturas, resultaría imposible. La escritora de mi vida soy yo. Y tú, querido, puedes estar presente en el primer capítulo, pero te aseguro que no lo estarás en el último.

No hay comentarios:

Publicar un comentario